Hacía ya... ¿Cuánto hacía que no actualizaba este blog? Ni me acuerdo.
Hace un par de días me metí a revisar esta humilde página y me he encontrado que un alma caritativa me ha borrado TODAS las entradas. Todas, y había un montón. Las confesiones de años enteros.
Después del comprensible cabreo, me ha dado por pensar. ¿Qué tendría este blog para cabrear tanto a alguien? Porque hay que estar aburrido de narices para hackear mi cuenta y borrar mis entradas. Entradas que por otra parte, eran más viejas que Matusalén. ¡Qué desperdicio de tiempo y esfuerzo! Es decir, hackear la web, pongamos, del Banco Santander tendría un sentido, pero... ¿Las tonterías que brotan de la cabeza de una enfermera a las dos de la mañana? ¡Ya hay que tener moral!
Pues mira, ¿Sabes qué te digo, imaginario lector? Que sólo por eso, voy a retomar el blog. Aunque sea por aburrimiento, aunque tenga mucho menos tiempo que antes. Aunque sea sólo por tocar las narices al que se ha dedicado a borrármelo. Pero allá voy de nuevo.
Aunque eso sí, he reforzado al seguridad de la página. Que si me puteas una vez la culpa es tuya, pero la segunda vez la culpa es mía. O algo así.
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